Querido diario… a través de tus triste y viejas paginas puedo derramar las lagrimas que he ocultado bajo mi mascara de maldad.
Nací y no recuerdo mucho solo lo que mi maestro me contó. No es por respeto pero digamos que no se su verdadero nombre y no se como decirle.
Esto es triste… se fue y ahora estoy realmente sola.
Mis primeros recuerdos fueron varios cuerpos a mi alrededor y una mujer que podría ser mi madre abrazando mi cuerpo con su ultimo aliento me dijo que me amaba… recuerdo llorar… y luego sus ojos… sus obscuros y vacíos ojos… y su voz –No te matare.- Decía susurrante… casi inexistente.- Porque estoy harto de estar solo.- Y entonces ese dolor en mi cuello, sentí que moriría, pero no fue así…
Después… nunca mas pude volver a ver otra luz que no fuera la de las velas… hermosas velas… ahora las toco y no importa cuanto lo intenten ya no pueden calentar mi piel… ¿que contaba?... a si… mi maestro… mejor dicho mi amo.
La última herencia de mi familia mi hermosa lanza… se volvió mi arma al no poder usar una espada como mi maestro.
Aprendí a ser más hábil a hipnotizar a mis victimas y a evitarles el dolor...
Mi maestro estuvo a mi lado y me enseño a usar mis nuevas habilidades… y también aunque me cueste admitirlo gracias a el… se usar mi lanza.
Mi maestro me ha salvado en múltiples ocasiones, de hombres lobos, de cazadores y uno que otro humano con muchas agallas.
El fue el que contó sobre el antiguo reino en el yo solía vivir… yo era un ser humano… era una princesa… con un pequeño hermano y una madre que era la reina… me dijo también que mi padre murió en la guerra.
El pueblo era tranquilo y trabajador y la paz reinaba en ese hermoso lugar donde mi madre hacia que todos tuvieran lo que se merecían.
Hasta el día en el que mi maestro me escogió a mi para nunca mas estar solo… el dijo que veía una hermosa bondad en mi…nunca dejaría que algo así floreciera.
Mi maestro era cruel… no lo digo físicamente después de todo… nada duele ahora.
Sino que mi maestro aprendió mis debilidades y así fue como me llamo Artenisa. -Eres una luna rota-Dijo… -Una que nunca volverá a brillar.- Siempre sentenciaba…
Y lo logro mi mundo humano se quebró.
Artenisa es como me dicen el resto de los vampiros ahora… les doy miedo… mi maestro me enseño todo lo que debía de saber.
Estoy muerta… no.
Estoy viva… no.
Entonce que soy… un vampiro.
Pero un día… mi única compañía desapareció… me dejo sola.
Me dejo una nota “Espero que entiendas”…
No yo no entiendo… y ahora lo encontrare… lo matare y finalmente tendré lo que deseo…
Morir…
Diario… lo se esto es demasiado cruel… pero ahora que veo a todas mis victimas… no puedo evitar desearlo…
Aunque nunca mate a un inocente… ya no resisto matar… pero aun si no como… eso no ara que deje de existir…
Soy un moustro… que ya no soporta su naturaleza.